jueves, 16 de diciembre de 2010

Huelva

Es un principio básico de la economía, moraleja además del libro “quién se ha llevado mi queso” de John Spencer, el que se debe prevenir el agotamiento del recurso principal que sustenta una economía concreta encontrando, antes de que esto ocurra, otro  recurso.
En el caso de la ciudad de Huelva, cuando esta se veía prácticamente arruinada hubo manifestaciones en las calles con pancartas que decían “queremos más contaminación y más trabajo”.  Dicho y hecho. Así que Huelva vivió bien un número determinado de años basando su economía prácticamente por entero en el  Polo Químico. Trajo como beneficio puestos de trabajo, y como perjuicio, ya se sabe lo qué.
Ninguna ciudad quiere estar sucia y contaminada, pero esta lo necesitaba, y se puede decir que fue su salvación.
Lo lógico sería haber aprovechado los beneficios obtenidos gracias al polo químico invirtiéndolo en otros sectores que comenzarían a desarrollarse paralelamente a este. Poco a poco hubieran ido ganando peso hasta convertirse en una alternativa que con el tiempo suplantase a Fertiberia y compañía.
Este es un principio económico universal. Y el razonamiento lógico correcto. La pregunta se impone por sí sola ¿por qué no ha sido así?
La dejadez de la administración competente queda patente ahora que estas empresas que han dado trabajo durante varios años siendo, no el sustento principal, sino el único sustento de la economía local, se marchan. Otra pregunta se vuelve a imponer ¿y ahora qué?
Hay gente a la que esta verdad le incomoda tanto que se sienten ofendidos y se lo toman como un ataque cuando en realidad no es más que un intento de concienciación. La ciudad no es precisamente la más bella del mundo.
La capital onubense no ofrece mucho más que las localidades hermanas de la comarca. Precisamente la Sierra ofrece mucho más atractivo turístico. Tengamos en cuenta que si en la capital hotel más prestigioso –el hotel luz- cuenta con 4 estrellas, en la propia Aracena tiene a un competidor –Aracena Park- con 5 estrellas, eso sin contar Hotel los castaños, lujoso Hotel de 4 estrellas o el de Galaroza, también de 4. O el recientemente inaugurado hotel de 5 estrellas de Cortegana en el que se celebró el campeonato absoluto femenino de ajedrez de España.
Como atractivos turísticos la propia Sierra de Huelva ofrece una línea de Fortalezas medievales conformadas por el Castillo de Aroche, Cortegana, Cumbres Mayores y Aracena –que se encuentra tristemente en estado de ruinas- y la antigua mezquita de Almonaster. Sin contar con las numerosas y antiguas ermitas situadas en los pueblos e incluso estructuras del tiempo de los romanos, como el puente romano de La Nava.
Estructuras como las Grutas de las maravillas de Aracena famosa por su “altar” y la “sala de los desnudos”, la cual forma parte de un entramado subterráneo que conecta con cuevas que están bajo la ermita de santa Brígida –en Galaroza- o en la peña de arias montanos. Dichos cerros se encuentran igual de huecos que el que sustenta el castillo de Aracena.
Comparemos ahora el “gran teatro” de Huelva, cuyo valor se basa en su historia y arquitectura, con el teatro de Aracena, el cual es el doble de grande y muy moderno, teatro y sala de cine de Cortegana en el que se celebra mensualmente y en algunas épocas del año semanalmente eventos como exposiciones, obras de teatro y proyecciones de cine –estas últimas todos los viernes, sábados y domingos, al igual que en el edificio de Aracena. Pero para espectacular el teatro de Valverde del camino moderno y futurista. Que cuenta con un gran aforo y luces nocturnas visibles desde lejos que anuncian a todos los viandantes que se está celebrando un acto.
Huelva puede conservar el valor histórico y arquitectónico de su teatro, pero ofrecer al público algo más atractivo y sobre todo, cómodo.
Al precioso ayuntamiento de Huelva nada tiene que envidiar el edificio que hace de sede oficial del ayuntamiento de Aracena, antiguo y espectacular con patios como los de la casa colón. Hablando de edificios, para buscar construcciones bonitas y majestuosas tan solo hay que dar un paseo por las calles de Jabugo, Cumbres Mayores, Linares, Alajar, Aroche, y un larguísimo etcétera.
Hablemos ahora de Zonas de marcha. En Huelva se encuentran las discotecas Caramelo, Bagoa y Martina. Que prácticamente son un sótano, o un garaje si las comparamos con la Salina de Galaroza –que cuenta con terraza-, con la sala Capricho de Cortegana, o con la discoteca Zen de Aracena, de dos plantas. Pero como cada uno tiene sus gustos. También hay sitio aquí para quien le gusta la música de verdad, el bar de los más rockeros y hippies dela sierra es el Babilonia, donde te puedes encontrar a quienes organizan los festivales del JamOn Festival, Montanera-rock, Aracena en Concierto, Festival Solidario o el extinguido festival del jamón. Unos más humildes y otros más elaborados a los que acuden personajes del panorama musical español. Frente a esto Huelva ofrece la caseta Metro en Colombinas.
Quizá, no ya la sierra, sino Aracena por sí sola ofrezca más atractivo turístico y de ocio que su propia capital. Quizá por eso a sus ciudadanos no les parezca Huelva tan espectacular y la mayoría de los estudiantes tomen la alternativa de continuar sus estudios en Sevilla, Granada o Cáceres.
Que Huelva pueda aburrir e incluso horrorizar a algunos no es un insulto a la ciudad, sino que se trata de una realidad. Esto duele a quien tiene apego personal a Hulelva, pero es así. Y si tanto molesta ya es hora de que se haga algo más que lo que he visto por ahora, es decir: nada.
Y si hablamos de medios de comunicación al menos las obras para la construcción del apeadero que reciba a la  Alta Velocidad Española han empezado y la línea Ferri con Canarias estará funcionando ya pronto. Aunque ya puestos ¿qué ocurre con el carril bici? Es la cosa más chapucera que he  visto, y mira que he visto chapuzas. No hace falta compararlo con lo que podemos encontrar en Granada o Sevilla o el que va de Valverde del Camino a los Pinos, sino con el de la propia Universidad de Huelva que podemos encontrar en el campus del Carmen.
Todo se basa en lo que ocurrió hace 600 años, todos dicen aquello de “Huelva descubridora”, pero quitando lo de que colón era Genovés y que no se puede descubrir, sino encontrar, algo que ya existe, no se puede vivir eternamente de algo que ocurrió hace  tanto tiempo. El solo pensarlo es ridículo. “El puerto de las calaveras” ¿y dónde está la Santa María? Me refiero a la réplica que recorre el Atlántico, no está en Huelva. En Cádiz podemos encontrar a una fantástica Réplica del Santísima Trinidad, fondado en el puerto, y que navega de verdad. Las tres carabelas que hay en la rábida dudo que vuelvan a América con una tripulación de cartón piedra.
Y ya que hablamos de barcos y de Cádiz, en los astilleros de Cádiz se construye el orgullo de la Armada de muchos países del mundo. Los Astilleros de Huelva aún siguen en huelga.
A quienes hacen crítica deportiva sobre el Recre se les contesta que es un equipo humilde. Claro, igual de humilde que el Málaga o el Jerez.
Los onubenses critican a los Sevillanos porque según dicen “se lo tienen muy creído”. Al menos tienen potencial suficiente para creerse algo.
Otra pregunta que se le puede venir a la cabeza ahora mismo al lector. Si a los onubenses le duele el no tener potencial, ¿por qué no mejoran su ciudad?
La esencia de cualquier crítica es lo constructiva que puede llegar a ser. Y yo no soy crítico, sino autocrítico, porque recuerdo al lector que estoy en Huelva, y porque la he elegido yo antes que a Granada, Salamanca, Cáceres o Sevilla. Porque al contrario que la gente que parece amarla más, a mí me gustaría que mejorase, que la gente se concienciara.
Pero poco constructivo es insultar a quien denuncia esta situación. Atacar a quien dice la verdad solo porque le molesta. Llamar provinciano cateto a quien parece tener la mentalidad más amplia y abierta.
Seguramente se me tachará ahora mismo de muchas cosas malas, pero para aclarar dudas, todo lo anteriormente expuesto no es más que una exposición de lo que he podido aprender precisamente de gente que vive en Huelva, que estudió en Huelva, que se quedó en Huelva para echar raíces y que intentan que la cosa cambie y mejore presionando a la junta desde la universidad y desde los partidos políticos. Siendo conscientes del problema, siendo autocríticos y luchando no solo contra quienes obstaculizan a Huelva desde fuera, sino también contra quienes entorpecen su labor desde dentro al no reconocer ni el problema ni su labor.
Si a un ciudadano de Huelva se le habla sobre Fertiberia, siempre suele contestar que ha dado de comer a sus padres y abuelos. Yo le contesto ¿y a ti te dará de comer también?
Si cada argumento tiene su parte de verdad, este texto también tendrá la suya. No se trata de quitar o dar la razón a nadie, no se trata de discutir entre vecinos, no se trata de picarse entre provincias y pueblos. Se trata de lo que podemos hacer por Huelva nosotros que somos jóvenes.
Aunque no es de extrañar que no aceptará la verdad quien esté cegado.


Pérez Macías, Rubén.

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