lunes, 4 de agosto de 2014

Había una vez...

Había un rey que quería saber qué era peor, si ser tacaño o ser envidioso; entonces tomó a dos personas y les dijo: «A uno le daré todo lo que me pida, pero al otro le daré el doble.»

Entonces el envidioso dijo: «A ver si lo he entendido bien, rey, ¿todo lo que te pida me lo darás pero al otro le darás el doble?»,  «Sí», dijo el rey.

Entonces le dijo el envidioso al avaro: «Pida usted primero». «Faltaría más —dijo el avaro—, primero los caballeros.»

Que sí, que no; entonces el envidioso dijo: «De acuerdo, yo pido primero; que me saquen un ojo».

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