miércoles, 27 de enero de 2016

El ejercicio físico es Salud Mental.


Es sabido que la mente se cansa antes que el cuerpo, y que entrenar la mente puede repercutir beneficios sobre la salud física. Pero ¿y a la inversa? Resulta que el ejercicios físico influye positivamente sobre la salud mental.

Para empezar, el ejercicio físico repercute en el estado de ánimo. Literalmente, entrenar hace que sintamos más alegría, pues favorece la liberación de endorfinas, que producen la sensación de felicidad y euforia. Es por esto que el ejercicio alivia los síntomas de depresión, estrés y ansiedad, siendo una excelente terapia tanto para abordarlos como para prevenirlos. Además, ni que decir tiene que una buena sesión de ejercicio ayuda a conciliar el sueño, por lo que es un buen aliado contra el insomnio.

El ejercicio regular aumenta paulatinamente el umbral del dolor, por lo que también mejora el carácter, al desarrollar el sentido de la disciplina. Ser más disciplinados hace que afrontemos los diferentes aspectos de la vida con mayor determinación. Esto repercute positivamente en la imagen que tenemos de nosotros mismos, aumentando la confianza y el autoestima, e, indirectamente, también mejora las relaciones sociales.

Este sentido de la disciplina también ayuda a superar adicciones y a ser más productivo en aquello que hacemos. Incluso hay estudios que aseguran que el deporte previene el deterioro cognitivo por las reacciones químicas que se dan en el cerebro cuando se entrena. Y, no olvidemos, que también aumenta la coordinación, por lo que repercute positivamente sobre la memoria.

Así que es buena idea salir a correr tres veces por semana, ir al trabajo en bicilieta, dar un paseo de vez en cuando, o simplemente usar las escaleras en lugar del ascensor.

El ejercicio físico ayuda a mejorar nuestra salud mental, y Salud Mental es sinónimo de calidad de vida y de FELICIDAD. Casi nada.




Fuentes:




 

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